Lorena Espinoza Hidalgo- Psicóloga

Una de las mayores cosas que hace que sigamos sufriendo en silencio y no apoyemos la Salud Mental propia y ajena, se debe un montón de representaciones sociales que no se relacionan con nuestra época histórica y que francamente sólo tienen la función de perpetuar patrones relacionales antiguos que son nada funcionales y nada empáticos para nuestro ritmo de vida actual. Algunos dirán "es parte de nuestra cultura", y claro; lo es... pero como dicen los jóvenes PERO A QUÉ  COSTO?  Puede resultar chocante e impactante; sin embargo es la pura verdad: nociones como "arréglatelas solo", "deberías poder lograrlo", "los hombres no lloran", "las  mujeres tienen que aguantarse nomás", "la ropa sucia se lava en casa", "defiéndete con un combo", "en mi tiempo nadie iba al psicólogo y estábamos bien", y muuuuuuchos conceptos similares a estos francamente no tienen ninguna función social en el mundo actual y están muy lej

"Piensa en tres personas en tu vida hay quienes juzgas duramente. ¿Es posible que algunas de esas personas le suceda algo a nivel cerebral qué afecta en su comportamiento?.  Problemas no tratados como golpes en la cabeza, exposición a toxinas, apnea del sueño, abuso de sustancias, exposición a toxinas, y situaciones traumáticas que sea vivida en una amplia gama de situaciones afecte la Salud Mental de esa persona e impide que tome buenas decisiones.  Por lo tanto la idea de que tenemos control respecto de las acciones que tomamos de manera libre y consciente es realmente una concepción equivocada.  Mi trabajo consiste mostrarte que No necesariamente es así no se trata de algo blanco o negro sino que más bien va a tener que ver la toma de decisiones conscientes o la capacidad o la habilidad de realizar alguna cosa con cuál saludable este nuestro cerebro y además con cuánto estamos haciendo para tratar aquellos problemas.  Mientras mejor sea nuestra función cerebral mejor será la ca

  Antropológicamente hablando, los grupos humanos, las sociedades humanas deberían generar mecanismos para crecer de manera autosustentable y de prosperar; por eso la sociedad tiende a excluir lo que "ensombrezca" esa noción. Más bien, tiende a engrandecer el placer por diversos medios, pero a ocultar la muerte y el dolor. Por aquella misma razón, la sociedad ha tendido a considerar -y seguirá considerando- como rara o extraña a quienes trabajamos en las áreas donde existe sufrimiento asociado, o bien a admirar a este personal. Con todo, podemos entender por qué las morgues y los psiquiátricos antes (y a veces aún) estaban en los subterráneos o alejada de la vista, y por qué poca gente cuenta abiertamente que un frecuenta al psicólogo: El dolor "molesta" y la gestión del mismo no siempre será entendida o apoyada. No obstante acá estamos los raros, trabajando con el dolor y con el trauma. E increíble y paradojalmente, la mayor parte de la población humana sufre, ha s